Si le preguntas a alguien en la calle, te va a decir que un profeta es una especie de adivino, alguien que puede predecir eventos futuros de una manera precisa y detallada. Pero empecemos diciéndolo bien clarito: un profeta no es un adivino, no es un horóscopo, no es Nostradamus. 

La filosofía reconoce el principio de que según el cual todo aquello que se recibe, es recibido conforme a quien lo recibe.

Al leer los libros proféticos de la Biblia, podemos aprender lecciones valiosas sobre la fidelidad, la obediencia y la importancia de vivir de acuerdo con los principios divinos. Los profetas nos desafían a reflexionar sobre nuestras acciones y a buscar una relación más profunda con Dios.

“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio”.

A lo largo de la historia, ha habido muchas personas que han afirmado tener esta capacidad, pero es importante ser críticos y no creer en todo lo que se dice sin pruebas.

Ser un profeta según la Biblia implica una gran responsabilidad y un llamado divino. Los profetas deben escuchar y transmitir con fidelidad las revelaciones de Dios, a menudo enfrentando desafíos y persecución por parte de quienes no aceptan sus mensajes.

y C. 21:four, six). Al tener profetas para guiarnos, podemos estar seguros de la voluntad de Dios concerniente a nosotros; podemos estar seguros de que cuando seguimos el consejo de los profetas vivientes, navegaremos mejor a través de los tiempos difíciles en los que vivimos.

Rol en la Sociedad: Los profetas a menudo see this actúan como consejeros de reyes y líderes, advirtiendo sobre las consecuencias de las acciones y guiando en decisiones importantes.

La influencia de los falsos profetas era perjudicial para el pueblo, ya que los llevaba a desviarse de los caminos de Dios y a caer en la idolatría y la injusticia. Estas figuras engañadoras confundían al pueblo y les impedían reconocer y obedecer la verdadera palabra de Dios.

En la Biblia, los videntes eran considerados como mensajeros de Dios y su capacidad de percibir lo divino period un don que debían utilizar con responsabilidad y humildad.

Y esta es la frutillita del postre: solo el 1% de todas las profecías del Antiguo Testamento se refiere a eventos que al día de hoy no sucedieron. En otras palabras: si pensamos que la profecía tiene que ver con eventos de nuestro futuro, vamos a tener que descartar el ninety nine% de los libros proféticos. 

Entonces el rey Ezequías y los oficiales ordenaron a los levitas que cantaran alabanzas al SEÑOR con las palabras de David y del vidente Asaf. Cantaron alabanzas con alegría, y se inclinaron y adoraron.

Jeremías fue un profeta que enfrentó la difícil tarea de advertir al pueblo de Israel sobre las consecuencias de su pecado y su alejamiento de Dios. Su mensaje principal period el llamado al arrepentimiento y la necesidad de regresar a los caminos del Señor.

Al estudiar la vida y los mensajes de estos profetas, podemos crecer en nuestra espiritualidad y comprensión de la Palabra de Dios. Nos desafían a examinar nuestras propias vidas y a buscar una relación más profunda con nuestro Creador.